lunes, 8 de junio de 2009

Sin nombre No 2.

Emerge tu recuerdo de la noche en que estoy.
El río anuda al mar su lamento obstinado.
Abandonado como los muelles en el alba.
Es la hora de partir, oh abandonado!
Sobre mi corazón llueven frías corolas.
Oh sentina de escombros, feroz cueva de náufragos!
En ti se acumularon las guerras y los vuelos.
De ti alzaron las alas los pájaros del canto.
Todo te lo tragaste, como la lejanía.
Como el mar, como el tiempo. Todo en ti fue naufragio !
Era la alegre hora del asalto y el beso.
La hora del estupor que ardía como un faro.
Ansiedad de piloto, furia de buzo ciego,
turbia embriaguez de amor, todo en ti fue naufragio!
En la infancia de niebla mi alma alada y herida.
Descubridor perdido, todo en ti fue naufragio!
Te ceñiste al dolor, te agarraste al deseo.
Te tumbó la tristeza, todo en ti fue naufragio!
Hice retroceder la muralla de sombra.
anduve más allá del deseo y del acto.
Oh carne, carne mía, mujer que amé y perdí,
a ti en esta hora húmeda, evoco y hago canto.
Como un vaso albergaste la infinita ternura,
y el infinito olvido te trizó como a un vaso.
Era la negra, negra soledad de las islas,
y allí, mujer de amor, me acogieron tus brazos.
Era la sed y el hambre, y tú fuiste la fruta.
Era el duelo y las ruinas, y tú fuiste el milagro.
Ah mujer, no sé cómo pudiste contenerme
en la tierra de tu alma, y en la cruz de tus brazos!
Mi deseo de ti fue el más terrible y corto,
el más revuelto y ebrio, el más tirante y ávido.
Cementerio de besos, aún hay fuego en tus tumbas,
aún los racimos arden picoteados de pájaros.
Oh la boca mordida, oh los besados miembros,
oh los hambrientos dientes, oh los cuerpos trenzados.
Oh la cópula loca de esperanza y esfuerzo
en que nos anudamos y nos desesperamos.
Y la ternura, leve como el agua y la harina.
Y la palabra apenas comenzada en los labios.
Ese fue mi destino y en él viajó mi anhelo,
y en el cayó mi anhelo, todo en ti fue naufragio!
Oh sentina de escombros, en ti todo caía,
qué dolor no exprimiste, qué olas no te ahogaron.
De tumbo en tumbo aún llameaste y cantaste
de pie como un marino en la proa de un barco.
Aún floreciste en cantos, aún rompiste en corrientes.
Oh sentina de escombros, pozo abierto y amargo.
Pálido buzo ciego, desventurado hondero,
descubridor perdido, todo en ti fue naufragio!
Es la hora de partir, la dura y fría hora
que la noche sujeta a todo horario.
El cinturón ruidoso del mar ciñe la costa.
Surgen frías estrellas, emigran negros pájaros.
Abandonado como los muelles en el alba.
Sólo la sombra trémula se retuerce en mis manos.
Ah más allá de todo. Ah más allá de todo.
Es la hora de partir. Oh abandonado

1 comentario:

LiTa César dijo...

Tiempo...
Para las parejas, para los amigos,
para la familia, para el trabajo,
para uno mismo. Eso es lo que
cualquier persona necesita en
determinados momentos de la vida.

Sabes, estoy de acuerdo en que
estés molesto y por supuesto que
no hay nada de extraño, todo el
mundo se molesta conmigo, y sus
razones tienen, no lo niego:
me equivoqué. No sólo contigo,
pero ese no es el objetivo de
estas líneas.

Sé que pude evitar ésto y lo intenté,
lamentablemente no lo logré y lo
siento como no te imaginas. Quizá mi
testaruda posición de no querer lastimar
al final lo hizo, lastimó.
Me disculpo por no ser completamente
sincera contigo, de cualquier modo
no hubiera servido de nada.
Fui auténtica, nunca mentí, te lo
puedo asegurar.

Al fin de cuentas, TIEMPO AL TIEMPO.
Te lo ofrecí hace semanas: Borrón
y cuenta nueva, ¿Lo aceptas o no?

Ah, por cierto, siempre preguntaste
por alguien, supongo que era la
persona a la que estaban dedicados
mis subnicks...
Pues nunca la hubo. Sólo era
producto de la imaginación de unas
cuantas personas. No importa ya.
No pretendo cambiar nada, es más,
sólo espero que quede aclarado todo,
no más, ni menos.

Buenos deseos. Saludos