domingo, 14 de junio de 2009

Un Chien Andalou

Hacia tiempo que no escribía nada relacionado con la tématica del blog, y pues ahora les tengo una recomendación de cinema artístico.




Pocos son los artistas surreales que han salido de las artes y medios convencionales para la expresión surreal, los cuales son la pintura y literatura. Un Perro Andaluz (Luis Buñuel 1929) es una pelicula que a diferencia de la mayoría de trabajos de Buñuel y gracias a la colaboración de Salvador Dalí, pudo darse la concepción de un cine surreal.

Un Chien Andalou (Un Perro Andaluz) es un cortometraje de 17 minutos dirigido en 1929 por Luis Buñuel, y apoyado en el guión por Salvador Dalí. Esta historia es una concepción de sueños, de ambos artistas. Luis Buñuel se soñó a si mismo cortando en dos partes el ojo de alguien y Dalí a su vez soñó con insectos que pululaban en la palma de su mano. Ambas visiones son incluidas en la cinta ademas de muchas otras.

Esta historia como muchas otras obras surreales atenta en contra de los canones clásicos de guión e imagen, causando un impacto moral y emocional en el espectador con imagenes que constantemente son fuertes y agresivas o bien poco entendibles. El cortometraje hace alusión constantemente a los sueños dado que el entorno de la historia es en un plano completamente onírico, lo cual se puede ver claramente en la secuencia ilógica de sucesos o bien en la falta de concordancia cronológica.

Una de las escenas mas significativas del filme es al inicio cuando Luis Buñuel actuando en su propio film secciona el ojo de Simone Mareuil una de las actrices principales y representado el cegar de el ojo físico y real, con tal de abrir la mirada abstracta y onírica, lo cual es uno de los principales objetivos del surrealismo.

El mismo Buñuel explica :para sumergir al espectador en un estado que permitiese la libre asociación de ideas era necesario producirle un choque traumático en el mismo comienzo del filme; por eso lo empezamos con el plano del ojo seccionado, muy eficaz.

O en palabras de Benjamin Beret:

Si existe un placer
es el de hacer el amor
el cuerpo rodeado de cuerdas
y los ojos cerrados por navajas de afeitar.

Que curiosamente es el poeta predilecto de Buñuel.

Un Chien Andalou, película que en sus origenes en 1929 fue una pelicula muda, en 1960 fué musicalizada con Tristan Et Isolde de Wagner, y que actualmente conserva en las ediciones a las que tenemos alcance, un film ampliamente recomendado.

Vlad 2009.

lunes, 8 de junio de 2009

Sin nombre No 2.

Emerge tu recuerdo de la noche en que estoy.
El río anuda al mar su lamento obstinado.
Abandonado como los muelles en el alba.
Es la hora de partir, oh abandonado!
Sobre mi corazón llueven frías corolas.
Oh sentina de escombros, feroz cueva de náufragos!
En ti se acumularon las guerras y los vuelos.
De ti alzaron las alas los pájaros del canto.
Todo te lo tragaste, como la lejanía.
Como el mar, como el tiempo. Todo en ti fue naufragio !
Era la alegre hora del asalto y el beso.
La hora del estupor que ardía como un faro.
Ansiedad de piloto, furia de buzo ciego,
turbia embriaguez de amor, todo en ti fue naufragio!
En la infancia de niebla mi alma alada y herida.
Descubridor perdido, todo en ti fue naufragio!
Te ceñiste al dolor, te agarraste al deseo.
Te tumbó la tristeza, todo en ti fue naufragio!
Hice retroceder la muralla de sombra.
anduve más allá del deseo y del acto.
Oh carne, carne mía, mujer que amé y perdí,
a ti en esta hora húmeda, evoco y hago canto.
Como un vaso albergaste la infinita ternura,
y el infinito olvido te trizó como a un vaso.
Era la negra, negra soledad de las islas,
y allí, mujer de amor, me acogieron tus brazos.
Era la sed y el hambre, y tú fuiste la fruta.
Era el duelo y las ruinas, y tú fuiste el milagro.
Ah mujer, no sé cómo pudiste contenerme
en la tierra de tu alma, y en la cruz de tus brazos!
Mi deseo de ti fue el más terrible y corto,
el más revuelto y ebrio, el más tirante y ávido.
Cementerio de besos, aún hay fuego en tus tumbas,
aún los racimos arden picoteados de pájaros.
Oh la boca mordida, oh los besados miembros,
oh los hambrientos dientes, oh los cuerpos trenzados.
Oh la cópula loca de esperanza y esfuerzo
en que nos anudamos y nos desesperamos.
Y la ternura, leve como el agua y la harina.
Y la palabra apenas comenzada en los labios.
Ese fue mi destino y en él viajó mi anhelo,
y en el cayó mi anhelo, todo en ti fue naufragio!
Oh sentina de escombros, en ti todo caía,
qué dolor no exprimiste, qué olas no te ahogaron.
De tumbo en tumbo aún llameaste y cantaste
de pie como un marino en la proa de un barco.
Aún floreciste en cantos, aún rompiste en corrientes.
Oh sentina de escombros, pozo abierto y amargo.
Pálido buzo ciego, desventurado hondero,
descubridor perdido, todo en ti fue naufragio!
Es la hora de partir, la dura y fría hora
que la noche sujeta a todo horario.
El cinturón ruidoso del mar ciñe la costa.
Surgen frías estrellas, emigran negros pájaros.
Abandonado como los muelles en el alba.
Sólo la sombra trémula se retuerce en mis manos.
Ah más allá de todo. Ah más allá de todo.
Es la hora de partir. Oh abandonado