Recuerdo que los dos últimos años, estuve en este mismo asiento, de esta misma manera, en la noche del día 24 de diciembre, aburrido frente al monitor, mientras que la familia. Convivía felizmente, yo diría que hipócritamente (no me refiero a mis familiares directos, hermanos madre, si no a mis tíos y abuelos, mi madre y hermanos, no pierden el tiempo con festividades sin sentido).
Eso me hace pensar, y remontándose a los inicios de la navidad, y de saber, que fue solamente una festividad romana adaptada al cristianismo, como forma de control social, y que actualmente, es la mayor festividad del capitalismo depredador, puede comprenderse mi postura anti-navideña. Anteriormente, me la pasaba detrás del monitor, maldiciendo la navidad, pero ahora me es como cualquier otro día solo que con una extraña euforia masiva, a la que llaman espíritu de la navidad, solo es una muestra del infinito poder de los medios masivos, y de el poder de la predeposición psicológica
Me he dado cuenta, de que no puedes luchar contra el pensar colectivo, y de que la gente no puede despertar del sueño, que los medios le han infundido, No es porque nadie lo ponga de manifiesto, sino porque nadie quiere salir de ese mundo cómodo y efímero proyectado por los medios, para hacerlos soñar con el México primer mundista que nunca se hará realidad (a menos que todo el territorio nacional sea comprado por Estados Unidos).
Antes yo era un ávido enemigo de la navidad, pero ahora me da igual.
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